"El Buen Periodismo" de Timothy Garton Ash [Opinión]
María Fernanda Zavala Reynoso; Universidad Panamericana
María Fernanda Zavala Reynoso; Universidad Panamericana
El buen periodismo no se limita solo a la prensa, y los medios audiovisuales y multimedia para su evolución y mejora. Tampoco se limita al talento que un periodista tiene al redactar una historia o su capacidad de persuasión. El periodismo no sólo puede beneficiar o afectar a una empresas, políticos, sociedades e instituciones informativas.
El buen periodismo debe ser prudente, no oportunista, al igual que los periodistas con un carácter sereno sin dejarse llevar por meras corazonadas o un “mal genio”, siempre al servicio del bien social apoyando la libre expresión, el derecho del conocimiento y la información lo más completa posible al igual que compartiendo contenidos diversos y fidedignos, haciéndose dignos de la confianza del medio y de quienes lo ven. Una visión de transparencia como la tuvo George Orwell, uno de los escritores de las mejores obras de periodismo político moderno. Como él solía decirlo “desconfíen de mi parcialidad, de mis errores de hecho y de la distorsión inevitablemente provocada por haber visto solo un ángulo de los acontecimientos.” En la práctica, dice “¡No me crean!”, y por eso le creemos.
Sin embargo, el periodismo tampoco se limita nada más a los medios (ni al periódico para “ganarse la vida”). Es necesario ver al pasado para entender nuestro perfecto a base de la causa-efecto, para hacer predicciones a base de las fuentes documentales. Hoy en día cualquier persona puede denominarse (o autodenominarse) como “periodista “por el simple hecho de que genera contenido de consumo o comparte noticias sin saber con totalidad, si los datos o versión que proporciona es real o acertada a la realidad. Por lo que se convierte en un arma de doble filo, en la que, en el intento de hacer el bien o cosas buenas, puede lastimar a otras en el proceso. Sabemos que, al ser ajenos a un hecho, no sabemos al cien por ciento todos los detalles de la verdad, pero un buen periodista tratará de profundizar lo suficiente como para dar a una respuesta lo más acertada a ella haciendo justicia.
Relato frases del artículo de Timothy Galton como “La idea de un ‘hecho’ es tan simplista que es una mentira” y “Los hechos no son sagrados; en el momento en que todo reportero empieza a escribir su historia ha seleccionado unos y no otros, y ha tergiversado la situación. En el momento en que da a los ‘hechos’ una forma narrativa, ha comentado la situación.” Es importante considerar la calidad de las pruebas y siempre tomar en cuenta que muchas veces, el buen periodista se pondrá en riesgo con tal de hacer bien su trabajo. Es una profesión tan poco valorada en México que, en mi opinión, por esa misma razón muchos de los que eran buenos periodistas prefirieron ya no tomar el peligro que a veces era necesario haciendo el mínimo indispensable, muchas veces con el dinero como su motor principal y no el querer ser un buen líder de opinión que se hiciera de nombre por credibilidad.
Buenos periodistas casi ya no existen, porque muchos creen que para ser “buenos”, la única forma es teniendo palancas en los medios poderosos. Es cierto que hay todo un espectro en el periodismo, desde el fotoperiodista, como el periodística crítico, el periodista detrás de cámaras, delante de ellas, el que está detrás de una historia y el que la redacta. Esto no quiere decir que un periodismo sea mejor que otro, sin embargo, podría considerarse que los periodistas profesionales que trabajan para un medio comercial son los más “honorables”. Al final, entre los “modos de decir la verdad”, Hannah Arendt incluye “la soledad del filósofo, el aislamiento del científico y del artista, la imparcialidad del historiador y del juez y la independencia del buscador de hechos, el testigo y el reportero”. Y citando al artículo “la actividad del periodismo necesita negocios y profesionales a tiempo completo, pero no puede limitarse a ellos”.
El contrario a un buen periodista no tiene que ser necesariamente un periodista con intenciones malévolas que se mueve solo por intereses personales, también puede ser un periodista que dedica su vida a las fake news o las noticias poco éticas (como la argucia, subterfugio, humillación, mentira, o engaño), al igual que al amarillismo simplemente para excitar a los lectores, vender más diarios y complacer a su jefe, sin que la revelación obedezca a ningún genuino interés público. Tiene como fin el consumo en masa y el carácter económico/popular. Un buen ejemplo de periodismo (mezclado con entretenimiento), podría ser el del Youtuber Chumel Torres con su canal “El Pulso de la República) donde al ser un fuerte líder de opinión, nos entretiene a todos haciendo burlas y sátira de la realidad que ocurre en nuestro país.
No es preciso ser un periodista profesional que trabaja para una empresa informativa en un medio explícito para tener un contrato (y contacto) así con el consumidor que quiere informarse, es posible revelar por medio de la investigación o la sátira. Por otra parte, es indudable la gran ventaja que lleva consigo tener amplios estudios en la rama al igual que tener un buen director, y las técnicas, ética y medios necesarios para hacer un buen trabajo. Aunque siempre habrá mil maneras de aprender mediante la práctica y mil medios gracias a la tecnología de hacer expresar nuestra voz.
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